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Kervansara

Estuche de bolígrafos de madera con marquetería o "khatam kari" pintado a mano con un hermoso diseño en miniatura persa de Isfahán.

Estuche de bolígrafos de madera con marquetería o "khatam kari" pintado a mano con un hermoso diseño en miniatura persa de Isfahán.

Precio habitual €63,00 EUR
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Estuche de bolígrafos de madera con apertura lateral de 20 x 4 x 5 cm elaborado y pintado a mano con un hermoso diseño en miniatura que representa la espectacular Plaza Naqsh-e Jahan de Isfahán, una de las más grandes del mundo. En la imagen se pueden distinguir tres de sus monumentos más emblemáticos: la cúpula de la Mezquita Sheikh Lotfollah a la izquierda, al fondo la Mezquita del Shah con sus característicos iwanes y a la derecha el Palacio Ali Qapu con su famoso pórtico.

Las figuras a caballo portando bastones hacen alusión al uso original de la plaza en el siglo XVII como campo de chovgan, el antiquísimo deporte nacional propio de la aristocracia que surgió en Persia como entrenamiento de las unidades de caballería y hoy en día es considerado el antecesor del juego de polo moderno. Es tal su importancia en la tradición cultural y artística Persa que en 2017 fue incluido en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

La escena central está enmarcada por motivos vegetales dorados sobre fondo azul oscuro empleando el refinado arte de la iluminación o "tazhib". No es casualidad la aparición en el diseño de dos palmetas de Shah Abbas, ya que fue este gran gobernante safávida quien ordenó la construcción de la plaza e hizo de Isfahán una capital hermosa y próspera conocida entre los viajeros como “la mitad del mundo”. Los bordes y la parte inferior están decorados con la técnica de "khatam kari" (marquetería), la cual le otorga un brillo especial y un acabado exquisito al conjunto.

Persia es sin lugar a dudas uno de los centros más importantes del mundo en el arte de la incrustación, especialmente las bellas ciudades de Shiraz e Isfahán, siendo en esta última donde tuvo su origen bajo el gobierno de la dinastía de los turcos selyúcidas aunque la época dorada se produjo durante el reinado de los monarcas safávidas. Se requiere de un trabajo artesanal preciso y de mucha paciencia y delicadeza para crear unas piezas tan exquisitas que tanto decoran cajas, joyeros o estuches para bolígrafos como embellecen marcos, relojes, jarrones y juegos de backgammon entre muchos otros objetos.

La técnica empleada por los artistas consiste en crear una especie de mosaico a partir de un patrón de polígonos regulares que puede ir variando en el número de lados y posteriormente decorar con ellos la superficie deseada, la cual habitualmente será de madera o metal. Para esta labor se unen largas varillas de madera, hueso de camello para el color blanco y metal (suele emplearse latón para los tonos dorados) formando triángulos que posteriormente son prensados y cortados en láminas muy finas, preferiblemente de 1 mm de grosor que serán las que se adhieran con sumo cuidado al utensilio que se desea ornamentar.

Entre los diseños geométricos más comunes se encuentran los patrones en forma de estrella y en las piezas más valiosas llegan a utilizarse metales preciosos como el oro o la plata y el hueso es sustituido por el marfil. Para hacerte a la idea de la complejidad de este trabajo te diré que se necesitan aproximadamente 250 piezas de hueso, madera y metal para crear un sólo centímetro cúbico de khatam y en el caso de que la superficie sobre la que se va a aplicar sea curvada hay que proceder a calentar la lámina para que sea flexible y por tanto moldeable.

Origen: España

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