Los Persas y los Turcos no son árabes - Religión.
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Los persas son en su mayoría musulmanes chiíes y los turcos suníes. Este cisma tuvo lugar por una crisis sucesoria tras la muerte del profeta Mahoma: por un lado estaban los partidarios de su amigo Abu Bakr y por otro los que querían a su primo Alí como futuro líder. El primero se proclamaría vencedor y sus seguidores se llamarían suníes y los chiíes, de la rama familiar, se convirtieron en una minoría a menudo perseguida.
Los persas adoptaron esta religión a partir de la conquista islámica de Persia en el siglo VII, ya que hasta entonces eran zoroastrianos o mazdeístas, la primera religión monoteísta que influyó claramente en el judaísmo, el cristianismo y el islam. Los que se negaron a convertirse al islam huyeron a la India, donde a sus descendientes se les conoce como “parsis”. Entre una abrumadora mayoría chiíta existen grupos sunitas como los kurdos, árabes, turcomanos o baluchis y musulmanes que practican el sufismo, la rama mística del islam. Entre las minorías religiosas encontramos a los bahá’ís , yaresaníes, mandeos, yazidíes y varios grupos reconocidos oficialmente que incluyen a los zoroastrianos, judíos y cristianos (entre ellos asirios, protestantes, armenios, católicos..)
Una pequeña parte de los musulmanes turcos son alevíes (chiítas), sufíes y se pueden encontrar minorías cristianas (ortodoxos griegos, armenios, protestantes, ortodoxos asirios y católicos), judías (destacan los sefardíes, descendientes de los judíos expulsados por los Reyes Católicos), y yazidíes. Las primeras creencias religiosas de Turquía se remontan a rituales paganos con prácticas chamánicas como es el caso del tengrismo o posteriormente el culto a los panteones de dioses griegos y romanos.
El papel del cristianismo fue de suma importancia tanto bajo el Imperio Romano como el Bizantino y no es de extrañar puesto que fue en Antioquía (actual Antakya) donde los “cristianos” fueron nombrados como tales por primera vez. San Pedro estableció en la zona una de las primeras iglesias en el interior de una gruta de 13 metros de profundidad y San Pablo es natural de Tarso, en la provincia de Mersin. Las siete iglesias mencionadas en el libro del Apocalipsis hacen referencia a ciudades turcas cercanas al mar Egeo y es también en una de ellas, cerca de Éfeso, donde San Juan huyó de Jerusalén con la Virgen María tras la crucifixión de Cristo. Hoy en día la casa que la acogió es santuario y lugar de peregrinación, al igual que Şanlıurfa en el sureste, ciudad conectada tanto con el cristianismo como con el islam ya que es el lugar donde nació el Profeta Abraham, que según el Corán reconstruyó la Kaaba de la Meca junto a su hijo Ismail.